Mi familia maneja un santuario animal en Birmingham, Inglaterra. Si bien amamos lo que hacemos, consideramos que algunas personas necesitan darse cuenta que una mascota debería ser un largo compromiso. No debería vérsela como un poquito de diversión del que luego pueda deshacerse cuando se aburren. Muchas personas llegan al santuario animal con sus mascotas, generalmente perros, con muchas excusas en lo que se refiere a por qué no pueden cuidar de ellos. Estoy seguro de que muchas de sus razones son válidas, pero también soy consciente de que muchas otras simplemente quieren sacarse a los animales de encima.

Las excusas que dan son variadas:
“Recientemente me he divorciado de mi marido y ya no puedo costear el mantenimiento de este perro.”
“El perro ha comenzado a morder a mis niños.”
“El perro es demasiado difícil de manejar y destruye mi mobiliario.”
“Recientemente nos hemos mudado a un departamento. Una de sus reglas es que no permiten animales.”
“El perro ladra mucho y eso molesta a los vecinos.”
“A nuestros otros animales no les gusta el perro.”
“El perro afecta mi salud.”
“Estoy demasiado enfermo para cuidar de mi perro.”
No es nuestro papel cuestionar estas razones, pero lo que luego necesitamos hacer es encontrar a otro grupo familiar adecuado para esos perros. Esto es más fácil decir que de hacer, ya que necesitamos asegurarnos de que los dueños nuevos podrán cuidar de ellos, por toda su vida.
También conservamos a muchos de los perros como nuestras mascotas, especialmente a los que nadie más parece querer. Un perro así se llama Cassie. Ella está llena de vida y ha sido mal tratada al parecer cuando fue pequeña. Le falta la mitad de su oreja izquierda y aparentemente le dan miedo los hombres.
Cassie necesita de una cantidad enorme de cuidado y atención. Ella puede ser demasiado vivaz a veces, lo que puede ser la razón por la cual tres personas que trataron de adoptarla la han devuelto. Ella no es luchadora pero tiende a saltar encima de las personas.
Lo que hicimos con Cassie y lo que continuaremos haciendo, es darle montones de amor pero también un poquito de entrenamiento acerca de lo que es bueno y lo que no es aceptable. Falta mucho, pero ella puede ahora entender que no está bien saltar sobre la gente y que a veces necesita calmarse.
Cassie se convertirá en un perro maravilloso para tener alrededor de la casa y ahora se siente por primera como parte de una familia.
Con un poco más de paciencia cualquier perro puede cambiar su manera de ser. Este es el por qué queremos que más personas sean responsables y les den a sus animales más de una oportunidad para acomodarse a sus casas y a sus reglas particulares.
Tener animales como mascotas puede ser muy gratificante, casi tan gratificante como tener un hijo. Aunque un perro, raramente le responderá. Si usted está teniendo problemas con sus animales, puede llamar por teléfono a los santuarios animales para conseguir concejos e información sobre las soluciones posibles. Las personas que trabajan allí son amantes de los animales y le ayudarán en todo lo que puedan. Si usted es incapaz de continuar cuidando de la mascota, el santuario debería poder adoptarlo.