Las alarmas de robos no son lo único que existe para mejorar la seguridad del lugar. Existen varias otras cosas que puede instalar en su hogar que podrán ayudarle a disminuir la cantidad de ladrones que entran en su casa, y muchas de ellas son muy simples y baratas.
La clave es poder asegurar los posibles puntos de entrada. Esto significa que las puertas deberían hacerse de materiales sólidos y fuertes (definitivamente no de plástico o vidrio), deberían estar apropiadamente aseguradas a sus goznes y deberían tener cerraduras resistentes a las temperaturas. Idealmente, debería tener una cerradura extra que pueda cerrar durante la noche, hecha de metal muy fuerte.
Las ventanas deberían estar hechas de vidrio duro, preferiblemente de doble capa, para hacerlas casi imposibles de romper. A pesar de que las cerraduras de las ventanas son relativamente poco comunes, podrán ayudarle bastante con la seguridad y usted debería considerar instalarlas. Si su casa tiene ventanas en una posición donde puedan ser accedidas fácilmente desde la calle, como las ventanas de los sótanos, debería considerar poner barras de metal en ellas.
También es importante que su jardín esté asegurado, ya que la mayoría de los ladrones entrarán por ahí más que por el frente. Esto significa que sus cercas deberían ser bastante altas y deberían tener algún tipo de sistema que impida que sean trepadas (pueden ser picos o pintura especial). Si a usted no le gustan las cercas, obtenga cercos de protección en su lugar.
Otra cosa que debe considerar es obtener un perro. Siendo sorpresivamente efectivos en contra de los ladrones, que generalmente no quieren meterse con un perro si pueden evitarlo. Para que esta estrategia sea más efectiva, cuelgue un cartel en la puerta que diga «cuidado con el perro«. Los perros más pequeños no son tan buenos para esto debido a que no imponen tanto temor como podría hacerlo un ovejero alemán, no sólo debido a su tamaño, sino debido a sus instintos naturales guardianes que causan que sean hostiles hacia los extraños.