Las chimeneas son un elemento muy característico dentro de las salas de estar. Estas no sólo cumplen la función de ser una fuente de calor para los días fríos sino que también son muy útiles para decorar el lugar.
En el caso de tener una chimenea en una sala de pequeñas dimensiones lo más recomendable es pintarla del mismo color que la pared para que de esta manera se amalgame al resto consiguiendo así un efecto de clara ampliación del lugar.
Si se desea conferirle un aspecto clásico puede adicionársele molduras. Estas deben ir pintadas del mismo color que los marcos de las aberturas del lugar para que se consiga una combinación que vaya acorde a los colores del lugar.
Para quienes gusten de los diseños coloridos pueden instalar pequeños mosaicos en las paredes que conforman la chimenea. Sobre las chimeneas pueden colocarse objetos que sean de antaño como lámparas viejas, relojes antiguos, fotografías en blanco y negro, etc.