Imagine el aspecto final que desea para la habitación. ¿Desea una habitación organizada, o una habitación rica en colores o textura? Si usted comienza con una habitación totalmente vacía, elija una alfombra y luego pinte o tapice las paredes con colores que combinen.
Tenga en cuenta que la alfombra tiene que encajar en el cuarto. Piense en como se utiliza la sala, en cuanta circulación de personas recibe y quien la va a utilizar. Para las zonas de la casa que tienen mucha circulación, tales como los pasillos y los vestíbulos, es posible que desee una alfombra resistente y decorativa a la vez.
Si usted comienza con los muebles, elija una alfombra que resalte los colores de los mismos. El diseño de la alfombra debe estar acorde con el diseño general.
Mida las dimensiones de la habitación y el área que desea cubrir. Los tamaños de alfombras más comunes son 1 x 2 metros. Quedan bien debajo de las mesas pequeñas.
Una alfombra de 3×5 metros, o una más grande, puede cubrir toda una habitación. Para áreas más pequeñas, como delante de un fregadero de cocina, las alfombras agregan color y calidez. Una alfombra con un diseño exótico puede llegar a ser el punto focal de una habitación con muebles de patrones sólidos o pasivos.
Las alfombras de colores claros hacen que una habitación se vea más espaciosa. Elija una alfombra que quede bien, y tenga un buen espesor y una buena fibra. Cuanto mayor sea su espesor, mejor será la alfombra.
Los hilados sintéticos, el nylon, el poliéster, el polipropileno, el acrílico, y la lana y el algodón natural, son duraderos, suaves y fáciles de limpiar. Su alfombra no sólo debe verse bien, sino que también debe funcionar bien.