Una historia de cachorros
Cuando era niño, mi abuela tenía el perrito más tierno del mundo. Era mitad caniche, mitad maltés, y yo lo quería mucho. Pero sin importar cuanto yo quería a ese perro, el era su bebe. Ella lo encontró de casualidad un día. Estaba regresando del trabajo, y vio que estaban maltratando al perro en la vereda por donde ella venia caminando. Le dio diez dólares a la mujer que estaba maltratando al perro e inmediatamente se lo llevo a su casa. Mi abuela, quien jamás había tenido una mascota hasta ese momento, llego a su casa y se dio cuenta que no tenia comida para el cachorrito. Entonces preparo un poco de tocino frito con huevos y le dio al cachorro un poco de la comida que ella iba a comer.

Ese perro jamás pudo comer alimento para perros. Mimado y consentido, el perro comía tocino y huevos por lo menos tres veces por semana. La mortadela, los perros calientes y otros completaban su dieta. Era, sin ninguna duda, uno de los perros mas mimados en la faz de la tierra.
La moraleja de esta historia es que si usted alimenta a su cachorro con comida para humanos, este siempre va a querer comer comida para humanos. No crea que un perro por ser cachorro comerá comida que no quiera comer. Los perros comerán pasto, se olerán sus propias asquerosidades y se lamerán en frente suyo. Pero si usted le da una comida que no le agrada, el perro estará todo el tiempo tratando de conseguir comida de su cocina, y no podrá hacer nada para hacer que coma algo que el piense que no deba comer.
dime por favor que puedo acer que mi perro boxer quiere comer polenta solamente