En primer lugar usted necesita tratar de pensar desde un punto de vista objetivo. No debe fijarse si le gusta o no, sino en como queda dentro de su casa. Por ejemplo, digamos que le gusta una manilla rosa, pero en color de la sala es amarillo. Esta combinación no es buena y no se ve bien. Si usted compra una manilla, esta debe combinar con la apariencia de la puerta y debe estar en contraste con los colores de la habitación. Usted debe tomar en cuenta el material también. Las manillas livianas no se ven bien el las puertas pesadas y viceversa. Puede ser demasiado pequeña para abrir la puerta o también la causa de su ruptura.
Las manillas pueden considerarse como los pequeños elementos que hacen que una habitación se vea bien. Aunque poca gente las nota hasta que las toca, están ahí, y agregar rasgos estéticos sólo les hará tener un impacto aún más fuerte. Si usted desea tener una casa perfecta, usted tendrá que analizar las manillas y ver si se ajustan o no. Si no ajustan, cámbielas, y si sí lo hacen, utilícelas. Cambiar las manillas es una de las tareas más fáciles del mundo hoy en día. No requiere de mucho esfuerzo y es una tarea rápida, así que ¿qué lo esta deteniendo?