La mayoría de los norteamericanos prefieren tener un balcón de techo en sus casas simplemente para poder realizar sus sesiones privadas de bronceado. Otros optan por tener solarios o solanas para obtener ese bronceado buscado.
El concepto de una solana o solario ha cambiado con los años, desde la solana del tejado de una casa, como es conocida en Roma; hasta la solana del techo de un castillo, como fue conocida durante el período medieval. Durante la antigüedad, las solanas estaban típicamente localizadas en el piso alto de la casa, y usualmente poseían ventanas grandes alrededor del cuarto para hacer entrar la luz del sol.
Las solanas no eran realmente diseñadas para broncearse en aquel entonces. Las mujeres medievales usaban las solanas como un rincón para pasar las horas intercambiando chismes y buenos modales.
Durante los tiempos modernos, los solarios se pusieron más extravagantes y elegantes. Hoy en día, los solarios se construyen rodeados por ventanas de cristal. Algunos solarios son incluso construidos con paredes hechas de vidrio. Los solarios hoy son también usados por los miembros familiares como un área de descanso donde pueden entretener a las visitas o hacer una fiesta. Hoy en día, los solarios se construyen también para servir como invernaderos donde plantas exóticas son conservadas y cultivadas.
El concepto de utilizar al sol para broncearse es relativamente nuevo, y ha atraído a los nuevos dueños que encuentran la idea muy práctica. En lugar de ir a tiendas de bronceado o spas, hay dueños de hogares que utilizan los solarios para sus sesiones personales de bronceado.
Las solanas o los solarios son más populares durante el verano, cuando todo el grupo familiar puede beneficiarse de él. Algunos consiguen camas portátiles y permanecen en sus solarios todo el día. Tener su propia habitación de soleado puede ser práctico y efectivo. Puede ahorrarle tiempo y dinero. Sin embargo, las personas que destinan solarios a propósitos de bronceado deberían darse cuenta de los peligros de los rayos ultravioleta y de la sobre exposición al sol.
Aunque esté en su propio salón de sol, usted tiene que asegurarse de que está protegido utilizando hojas de vidrio anchas. También debería utilizar cremas protectoras o bloqueadores de sol con un nivel más alto de protección. La creencia común dicta que una persona no necesita bloqueador de sol si está dentro de confines de su casa. Por supuesto, un solario está dentro de su casa pero usted se expone al sol allí, así que tiene que proteger su piel y sus ojos. Usted puede disfrutar de sus solarios, pero no debería poner en peligro su salud, así que procure obtener la protección adecuada.