Los filtros HEPA son unos filtros de alta eficacia con partículas arrastradas, y están diseñados para remover el 99.97% de las partículas contaminantes de 0.3 micrones o más grandes del aire que lo atraviesa (incluyendo humo de tabaco, polvo y polen).

Existen otras tecnologías de filtros que operan utilizando la ozonización. El purificador de aire más popular del mercado actualmente utiliza ozono. Estos purificadores producen ozono, un irritante que puede empeorar el asma y disminuir las funciones pulmonares. La eliminación de partículas en el aire es lo que se mide con la taza de eficiencia. La fracción de partículas removidas del aire de interiores es lo que determina el nivel de eficiencia que posee un purificador.
Los limpiadores de aire que utilizan filtros mecánicos o tecnología electrónica también pueden remover partículas. Los purificadores de aire mecánicos son equipos que dejan pasar el aire de interiores a través de una ventilación de metal o un filtro fibroso diseñado para atrapar las partículas.
Como los filtros poseen poros de diferentes tamaños pueden atrapar las partículas en sus diferentes magnitudes. Se pueden conseguir diferentes filtros, cuadrados o redondos, con diferentes niveles de eficiencia.