Al principio, su gato viejo tal vez aúlle al pararse sobre la puerta, tratando de decirle al otro gato que no pertenece al hogar. Cuando esto pase, ignórele, ya que castigarlo sólo traerá más problemas. Después de un tiempo, el primer gato empezará a actuar calmadamente cuando esté cerca del nuevo gato. Al momento en que se calme, debería recompensarlo dándole cariño.
Cuando su gato viejo pase por la puerta del gato nuevo y no aúlle ni se muestre disconforme, puede empezar a presentar a los gatos. La mejor manera hacer esto es acostumbrarnos al olor del otro. Puede empezar mostrándole los mismos platos de comida, aunque deberá alimentarlos en distintos intervalos. De esta manera, el olor de cada gato será presentado en el plato de comida y se acostumbrarán.
Una vez de que ambos gatos se hayan acostumbrado al olor, puede empezar a alimentarlos más cerca. Para hacer esto, debería mantener a su gato nuevo en el cuarto seguro con la puerta cerrada y a su gato viejo en otro lado de la puerta con su plato de comida. De esta manera ambos gatos comerán en el mismo tiempo. Luego de hacer esto un par de veces, debería empezar a comer sin ningún tipo de disconformidad. En este punto, estarán listos para ser presentados personalmente.
Cuando presente un gato a otro en el mismo cuarto, puede haber un poco de disconformidad. A pesar de que estén acostumbrados al olor del otro, su primer gato se sentirá un poco extraño con un nuevo animal en su territorio. Siempre debería jugar con los dos, para que puedan olerse y reconocerse a su propia manera. Si se empiezan a pelear, trate de separarlos un tiempo para que se calmen.
Tal vez tome un poco de tiempo para que se acostumbran el uno al otro, aunque podrán volverse compañeros de por vida. Los gatos aman la sociabilidad, aunque puede ser un poco difícil al principio. Los gatos pueden ser territoriales, especialmente si tiene gatos pequeños alrededor. Pero si los acostumbra, será mucho más fácil introducir otros gatos en el hogar.