Alfombras orientales: ¿originales o no? Cómo calcular su valor

Las alfombras orientales resultan muy prácticas si tiene algún rayón o manchas en el suelo que desea ocultar, o si desea reemplazar aquella carpeta que su mascota arruinó el mes pasado. No! Chiste! Este tipo de alfombras son demasiado lindas e invaluables como para usarlas para cubrir los rastros de mugre y rasgaduras que hacen que su piso alfombrado luzca muy mal. Por alfombras orientales entendemos a todas aquellas que, como lo dice el nombre, de allí prevengan. Las de Anatolia, de Arabia, las Caucásicas, de Asia central, chinas, indias, kurdas, persas y de Turkemenistán. Los reyes árabes las usaban y fueron transportadas a Europa para uso de la nobleza desde los tiempos más remotos. Datando de hace 500 años A.C., son las alfombras persas las que representan el patrimonio cultural más antiguo en tejidos.


El valor de las alfombras orientales puede apreciarse a partir de su historia, la región de Asia de la que proceden y el método de tejido empleado. Las alfombras genuinas se distinguen por dicho método. Generalmente hechas a mano a partir de unos ovillos de hilos únicos en el centro y en el oeste de Asia. Es un trabajo largo y arduo, por lo que una típica alfombra de buena calidad puede tomar meses e incluso años de trabajo hasta ser terminada.

Si usted desea saber cómo hacer para reconocer las alfombras de mejor calidad, lo primero a tener en cuanta es el diseño. Por ejemplo, puede tratarse de una alfombra lisa, pero sierre y cuando usted esté seguro de que fue tejida a mano, entonces se trata de una genuina alfombra oriental. Por otro lado, si tiene un diseño, debe mirar muy de cerca para corroborar que el fondo esté lleno de pequeños detalles tejidos, como pequeñas dibujos curvos. Si dicho fondo se encuentra totalmente cubierto por los mismos, entonces esa alfombra es un 10 (el puntaje más alto). Pero si el diseño del fondo es simple y parece un dibujo impreso o pintado a mano, entonces es un 1 o un 2 (el más bajo).

En términos de material, tanto si está hecha de hilos de seda, como si tiene detalles en este material, nos indicarían que es de alta calidad. Si tiene terminaciones en lana fina, algodón o lana ordinaria, entonces denle de 7 a 4 puntos. Las de peor calidad son aquellas hechas de yute. Sin embargo, hay algunos decoradores que prefieren el yute por su consistencia y textura más que por su valor estético.

Por otro lado, Hoy en día encontramos una variedad de alfombras sintéticas hechas en máquinas, accesibles para aquellos que no estén dispuestos a pagar una gran suma de dinero y luego tener que esperar algunos meses para tener su propia alfombra oriental. Las alfombras orientales son mayormente elegidas por sus intrincados detalles y diseños, ideales para lograr un diseño de interiores adorable y atractivo. Si el valor artístico implicado no es importante para usted, entonces es aconsejable que ordene una alfombra que luzca igual que las auténticas, pero hecha en alguna industria textil de los Estados Unidos.

Arquitecta Decoradora

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Enamorada desde pequeña de la arquitectura y la decoración de interiores.

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